Depilación con cera

La depilación con cera es uno de los métodos más empleados por la mayoría de las personas, ya que es efectivo y duradero. Aunque te parezca un poco doloroso dependiendo de la zona a depilar, sin duda que con este método lucirás unas piernas de ensueño. Hay dos tipos de técnicas para la depilación con cera: cera caliente o cera fría-tibia. En esta sección nos centraremos en la depilación con cera caliente.

Depilación con cera caliente

La depilación con cera caliente es el método de depilación más utilizado. Se suele realizar en un centro de estética, aunque también se puede hacer en casa teniendo los materiales adecuados. 

La cera caliente es una resina derretida que atrapa el vello, ya sea corto, fino, largo o abundante y lo arranca de raíz. Se presenta en pequeñas bolitas de resina que hay que fundir. Este tipo de cera es la más eficaz, porque el calor abre los poros de la piel y el vello sale con más facilidad.

Cómo depilar con cera

1. Aplica la cera siempre en la dirección de crecimiento del pelo, para que así se pegue completamente.
2. Extiende con una espátula de madera de forma que quede una capa generosa que cubra bien la zona a depilar. Coloca la espátula de forma perpendicular a la pierna y asegúrate de dejar bordes gruesos para que sea más fácil de agarrar luego.
3. Deja enfriar para que se endurezca. Sabrás que está lista si al presionar el borde con la yema de los dedos, la cera se separa fácilmente de la piel.
4. Una vez seca, despega con cuidado el extremo con el que se va a tirar.
5. Pon la otra mano aguantando la piel para que esta esté tirante.
6. Tira de la cera rápidamente en dirección contraria al crecimiento del pelo, intentando retirar la mayor cantidad de cera y siempre manteniendo la mano cerca de la piel; nunca tires hacia arriba.
7. Para terminar, limpia e hidrata la piel.