Arroz basmati

El arroz basmati tiene su origen en las montañas del Himalaya, al norte de la India y en Pakistán, donde se cultiva desde hace cientos de años. Actualmente su popularidad está muy extendida, pero en Asia con mayor afluencia en la India y en África, es donde más se valora en sus distintas variedades.

El arroz basmati tiene un aspecto que lo hace diferente a las demás clases de arroz. Su forma es más alargada y estrecha, multiplicando por dos su tamaño tras la cocción, tiene un agradable aroma y no es pegajoso tras su cocción.

Podemos encontrar el arroz basmati en dos formatos;

- Arroz basmati blanco el cual no es refinado.

- Arroz basmati moreno que es el integral.

Es utilizado comúnmente como guarnición de cualquier plato o como ingrediente estrella en todo tipo de curris.

Propiedades del arroz basmati

Contiene Vitaminas del complejo B, Vitamina E y Vitamina K, así como minerales tales como el magnesio, hierro, selenio, calcio, potasio y cobre.

Aporta hidratos de carbono complejos, fibra, 8 aminoácidos esenciales y gamma-oryzanol.

No contiene grasa ni gluten y tiene un bajo aporte de sodio.

Beneficios del arroz basmati

Tiene un índice glucémico inferior a otras variedades de arroz, que junto al aporte de magnesio, lo convierte en un alimento óptimo para personas diabéticas, ya que contribuye al control de los niveles de azúcar en sangre.

No contiene Gluten por lo que es recomendado también para personas celíacas o que quieren reducir el consumo de gluten en su dieta.

Acelera el metabolismo por lo que es recomendado a deportistas que quieren tener un mayor aporte de energía y a personas con problemas de sobrepeso y obesidad.

Tiene un aporte muy bajo en sodio con lo que es un gran aliado en casos de hipertensión y retención de líquidos.

Tiene un elevado aporte de fibra que ayuda a aliviar casos de estreñimiento.

Aporta gamma-oryzanol lo que nos ayuda a cuidar de nuestra salud cardiovascular, reduciendo la absorción de colesterol, disminuyendo los niveles de colesterol LDL y regulando la coagulación sanguínea.

Funciona como antioxidante y estimula el crecimiento de la actividad de los neurotransmisores.