Caída del cabello: causas, cuidados y soluciones naturales

Consejos y trucos para fortalecer tu cabello de forma natural.

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Consejos y trucos para fortalecer tu cabello de forma natural.

¿Cuáles son las causas de la caída del cabello?

La caída capilar es un fenómeno frecuente que puede afectar tanto a hombres como a mujeres en distintas etapas de la vida. La pérdida ligera de cabello es normal, ya que forma parte del ciclo natural del folículo piloso. Sin embargo, cuando notamos que la caída se intensifica o se prolonga, puede deberse a múltiples factores, generalmente relacionados entre sí:

  • Factores genéticos y hormonales: La alopecia androgénica es la forma más común de pérdida de cabello. Está vinculada a la predisposición genética y a la acción de hormonas como la dihidrotestosterona (DHT). Además, los cambios hormonales durante el embarazo, posparto o la menopausia también pueden provocar una caída temporal o persistente del cabello.
  • Estrés y salud mental: El estrés sostenido en el tiempo afecta negativamente al crecimiento del cabello, alterando el ciclo folicular y dando lugar a fenómenos como el efluvio telógeno (una caída difusa del cabello que ocurre cuando un mayor número de folículos entra prematuramente en la fase de reposo del ciclo capilar). Se ha observado que el aumento de la producción de cortisol, puede influir en la fase de crecimiento del cabello, favoreciendo su caída.
  • Alimentación y déficits nutricionales: Una dieta variada y equilibrada juega un papel clave en el mantenimiento de la salud capilar. Una ingesta insuficiente de proteínas de calidad, hierro, zinc, biotina y ácidos grasos puede afectar la estructura y crecimiento del cabello. Una alimentación rica en frutas, verduras, legumbres, semillas, frutos secos y pescado azul contribuye a aportar los nutrientes necesarios para el correcto funcionamiento del folículo piloso.
  • Patologías y otras condiciones médicas: Algunos desequilibrios hormonales o alteraciones metabólicas, como el hipotiroidismo o el síndrome de ovario poliquístico, pueden asociarse a cambios en la densidad capilar . Asimismo, en determinadas enfermedades autoinmunes, como la alopecia areata, el sistema inmune puede interferir en el ciclo normal del cabello.
  • Medicamentos o tratamientos: Algunos fármacos, incluidos los anticoagulantes, ciertos tratamientos oncológicos o medicamentos para el acné severo, también pueden afectar de forma temporal a la caída capilar. En este caso es importante consultar la posible interacción con un profesional sanitario.
  • Hábitos de cuidado capilar: El uso continuado de herramientas térmicas , peinados muy tensos, tintes agresivos o productos con sulfatos fuertes puede dañar la fibra capilar. Aunque no siempre se relaciona con la caída capilar propiamente dicha, mantener rutinas suaves y utilizar productos respetuosos con el cuero cabelludo es clave.

Tratamientos naturales para cuidar el cabello

Adoptar un enfoque integral implica combinar cuidados externos respetuosos con el cuero cabelludo, hábitos saludables y una alimentación equilibrada que aporte los nutrientes necesarios para el correcto funcionamiento del folículo piloso.

La base de un cabello fuerte y sano comienza con la dieta. Algunos nutrientes clave, son:

  1. Proteínas: El cabello está compuesto en su mayoría por queratina, una proteína estructural. Un consumo adecuado de proteínas es fundamental para la formación y el mantenimiento de la fibra capilar. Fuentes recomendadas: huevos, pescado, carnes magras, caldo elaborados con huesos o verduras, legumbres, semillas, yogur o kéfir, y frutos secos.
  2. Hierro: El hierro contribuye al transporte normal de oxígeno en el organismo, un proceso necesario para el metabolismo celular, incluido el del folículo piloso. Unos niveles adecuados de ferritina se asocian con una mejor salud capilar . Fuentes recomendadas: carne roja de calidad, espinacas, lentejas, semillas de calabaza y quinoa.
  3. Zinc y selenio: Ambos minerales contribuyen al mantenimiento del cabello en condiciones normales y a la protección de las células frente al daño oxidativo .
    Fuentes de zinc: mariscos, semillas de calabaza, carne de ave, garbanzos y anacardos. Fuentes de selenio: pescado, frutos secos, semillas, huevos y champiñones.
  4. Ácidos grasos omega-3: Los ácidos grasos omega-3 son componentes de las membranas celulares y participan en el mantenimiento de estructuras como la piel y el cuero cabelludo. Su consumo dentro de una dieta equilibrada favorece la integridad de los tejidos. Fuentes recomendadas: pescado azul (salmón, sardinas), chía, lino molido y nueces.
  5. Biotina y complejo de vitaminas B: La biotina (B7) contribuye al mantenimiento del cabello en condiciones normales y participa en el metabolismo energético de las células. Fuentes recomendadas: huevo, levadura nutricional, aguacate, frutos secos y legumbres.
  6. Silicio y azufre: El silicio es un oligoelemento presente de forma natural en ciertos alimentos vegetales y forma parte de los tejidos conjuntivos. El azufre, por su parte, participa en la síntesis de aminoácidos azufrados que constituyen la queratina. Fuentes de silicio: pepino, espárragos y avena. Fuentes de azufre: ajo, cebolla, coles y huevos.

Cómo cuidar la salud capilar: suplementos, aceites naturales y hábitos saludables

Receta para el cuidado del cabello desde dentro

Te dejamos una idea de receta que incorpora varios de los nutrientes mencionados anteriormente, siendo ideal para apoyar la salud capilar: un salteado de salmón con quinoa y verduras.

El salmón aporta ácidos grasos omega 3 y selenio, la quinoa nos aporta proteínas, hierro y zinc. Como guarnición añade espinacas, espárragos y cebolla, que contienen silicio, azufre y vitaminas del grupo B. Puedes completar el plato con un puñado de nueces o semillas de calabaza, para aportar biotina, zinc y ácidos grasos.

Suplementación y apoyo nutricional

En personas con déficits nutricionales confirmados en analítica, la suplementación con hierro, zinc, vitamina D y complejos de vitaminas del grupo B puede considerarse como apoyo, siempre bajo indicación y supervisión de un profesional sanitario.

Cuidado tópico y aceites naturales

Además, algunos aceites y extractos botánicos se han utilizado tradicionalmente para el cuidado del cuero cabelludo y el cabello. Por ejemplo, el aceite de romero se ha estudiado por su uso tradicional en el cuidado capilar.

Por su parte, el aceite de argán o de jojoba ayudan a hidratar y suavizar la fibra capilar, manteniendo su aspecto y brillo natural . Se recomienda aplicarlos con suavidad, evitando fricciones o masajes agresivos que puedan irritar el cuero cabelludo.

Hábitos que favorecen la salud capilar

  • Dormir adecuadamente, practicar ejercicio moderado e implementar técnicas de manejo del estrés como el yoga, la meditación o las respiraciones conscientes pueden ayudar a equilibrar el impacto del estrés, un factor relacionado con la caída del cabello.
  • También es aconsejable evitar peinados muy tirantes, limitar el uso de herramientas de calor (secadores, planchas), y optar por champús suaves que respeten el cuero cabelludo.

La caída capilar es un fenómeno multifactorial que puede abordarse de forma integral combinando una alimentación nutritiva, cuidados tópicos, manejo del estrés y hábitos saludables.

¡Adoptar estas estrategias puede ayudarte a mantener un cabello fuerte, cuidado y con un aspecto saludable de forma sostenible!