¿Cómo mantener tu bronceado de forma natural?

Descubre estrategias para prolongar tu tono bronceado cuidando la salud de la piel.

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 Descubre estrategias para prolongar tu tono bronceado cuidando la salud de la piel.

¿Qué produce el bronceado natural?

El bronceado es la respuesta natural de nuestra piel ante la exposición solar. Se trata de un mecanismo de defensa en el que los melanocitos producen más melanina para proteger las células de los rayos ultravioleta (UV). Aunque este tono no es permanente porque la renovación celular y la descamación progresiva lo atenúan con el tiempo, sí podemos prolongar su duración, y mejorar cómo se ve.

La duración del bronceado depende de tres factores principales:

  • El estado de salud y la propia nutrición de la piel: Una piel hidratada con buena integridad estructural retiene mejor la melanina.
  • La velocidad de renovación celular: Factores como la edad, la alimentación y el cuidado tópico pueden modular este proceso.
  • Los hábitos tras la exposición solar: Una rutina adecuada de cuidados tras la exposición solar nos puede ayudar a mantener el tono y la luminosidad de la piel.

Un enfoque integral para prolongar el tono bronceado debe combinar estrategias internas como una alimentación equilibrada, y medidas externas como la fotoprotección, la hidratación cutánea y una exfoliación muy suave.

¿Cuáles son los alimentos que apoyan la salud de la piel?

La piel es un reflejo de lo que comemos, por lo que una dieta rica en nutrientes que apoyen la salud cutánea podría contribuir a mantener la piel y el bronceado en buen estado.

Carotenoides: Antioxidantes naturales

Los carotenoides (betacaroteno, licopeno, luteína, zeaxantina) son pigmentos vegetales con propiedades antioxidantes que protegen las células del estrés oxidativo generado por la radiación UV. Además, algunos como el betacaroteno se convierten en vitamina A, esencial para el proceso de renovación celular y el mantenimiento del epitelio.

Los puedes encontrar en zanahorias, calabaza, boniato, pimiento rojo, kale, espinacas, albaricoques, mango…

Para que el aporte sea óptimo, intenta incluir diariamente 3-4 raciones de frutas y verduras ricas en carotenoides, preferiblemente acompañadas de una fuente de grasa saludable (aguacate, aceite de oliva virgen extra, frutos secos) para mejorar su absorción.

Vitamina C: Favorece la síntesis de colágeno

La vitamina C es clave para la síntesis de colágeno y para la reparación de tejidos. Además, es un potente antioxidante hidrosoluble que protege las células frente al daño oxidativo.

Fuentes: kiwi, cítricos, fresas, pimientos, papaya, perejil. Como consejo práctico, trata de consumir alimentos ricos en vitamina C en crudo para preservar mejor su contenido, ya que es una vitamina termolábil o sensible al calor.

Vitamina E: Nuestra aliada contra el daño oxidativo

La vitamina E protege las membranas celulares frente al daño oxidativo, aspecto fundamental para la apariencia de la piel y el bronceado. Puedes encontrarla en alimentos como los frutos secos (almendras, avellanas), semillas de girasol, aceite de oliva virgen extra y aguacate.

Ácidos grasos omega-3: Nutrición desde dentro

Los ácidos grasos omega-3, como EPA y DHA, forman parte de las membranas celulares de distintos tejidos, incluida la piel, donde intervienen en la función barrera. Como fuentes de omega-3 encontramos el pescado azul (sardina, caballa, salmón), las semillas de lino, la chía y las nueces.

Polifenoles: Compuestos con acción antioxidante

Presentes en frutas, verduras, té verde, cacao puro y especias como la cúrcuma. En las plantas cumplen funciones de defensa frente a la radiación solar, el ataque de microorganismos y contribuyen a su color y sabor característicos...

Hidratación: Cuando el organismo está bien hidratado, también se refleja en el aspecto general de la piel. El agua, las infusiones y los alimentos ricos en agua (pepino, melón, sandía) son aliados para favorecer el equilibrio hídrico diario .

Productos naturales para cuidar e hidratar la piel

Tras el verano, la piel puede necesitar un extra de hidratación y cuidado. La clave está en mantener la piel hidratada, nutrida y con una barrera cutánea íntegra, evitando todo tipo de irritaciones que puedan acelerar su descamación.

Trata de buscar hidratantes corporales con activos habituales en cosmética natural como aloe vera, ácido hialurónico, glicerina, pantenol, o incluso aceites vegetales como el de jojoba, argán o rosa mosqueta, favoreciendo la sensación de confort y suavidad en la piel.