Cómo cuidar tu salud digestiva en Navidad

Descubre cómo cuidar tu salud digestiva y disfrutar la Navidad sin malestares

author-image
Descubre cómo cuidar tu salud digestiva y disfrutar la Navidad sin malestares
Zeutics

La Navidad es una época de celebración, encuentros, sobremesas largas y comidas especiales. Comemos distinto, dormimos menos, bebemos más, nos movemos menos y vivimos momentos emocionalmente intensos. Todo esto puede influir en cómo nos sentimos a nivel digestivo durante estas fechas. Aunque solemos pensar que todo se debe únicamente a lo que comemos, la realidad es que la salud digestiva es el resultado de un conjunto de factores que van desde la calidad del descanso, los horarios que tenemos, la actividad física, etc. hasta el nivel de estrés con el que llegamos a estas fechas.

Cuidar el sistema digestivo durante la Navidad no significa restringir, sino comprender cómo responde el cuerpo a estos cambios para vivir estas semanas con más bienestar, disfrute y equilibrio.

Problemas digestivos comunes durante Navidad

Durante estas semanas, el aparato digestivo puede verse influido tanto por las comidas copiosas como por el contexto emocional y social. Estas son algunas de las molestias más habituales:

  • Digestiones más lentas y sensación de pesadez: Comidas más copiosas con más contenido en grasas, salsas, muchas combinaciones o largos aperitivos, pueden hacer que la digestión resulte más lenta. Cuando además el cuerpo está cansado, estresado o con horarios cambiados, es habitual notar una mayor sensación de pesadez tras comer.
  • Hinchazón abdominal y gases: Los cambios de rutina, un mayor consumo de alcohol, dulces, ultraprocesados y menos vegetales, además del estado emocional y la falta de movimiento, pueden favorecen la sensación de retención de gases, incluso aunque no hayas comido demasiado.
  • Cambios en el tránsito intestinal: Durante Navidad, muchas personas experimentan estreñimiento, mientras otras sufren el efecto contrario. Estos cambios suelen relacionarse con variaciones en la alimentación, horarios irregulares, menos ingesta de agua y cambios en la rutina de actividad física. El intestino es un órgano especialmente sensible a las emociones; tensiones familiares, expectativas sociales o estrés acumulado. Por eso, un viaje, un cambio de casa o simplemente un día muy cargado puede alterar el ritmo habitual.
  • Sensación de malestar emocional o “nudo en el estómago”: Este no siempre se menciona, pero es muy común y casi te diría que el primer punto. Situaciones familiares complejas, para muchos pueden ser días “no tan alegres”, sobrecarga social o la presión por “estar bien”, en algunas personas se manifiesta a nivel digestivo.
  • Y finalmente, hay un factor menos visible pero muy importante, la relación emocional con la comida. La culpa asociada a la alimentación también puede afectar al bienestar digestivo. Vivir estas fechas con miedo a “perder el control” o con una mentalidad de compensación, puede generar más tensión interna y dificulta aún más la experiencia digestiva.

Consejos para mantener una digestión confortable en Navidad

La clave para unas fiestas más ligeras no está en prohibir alimentos, sino en incorporar pequeños hábitos que equilibran el cuerpo y lo preparan para adaptarse mejor. Aquí tienes algunos consejos “digestivos” sin perder el disfrute.

  1. Evita llegar con hambre extrema: Saltarse comidas para “compensar” suele producir el efecto contrario: comemos más rápido, en mayor cantidad y elegimos peor. Un snack equilibrado unas horas antes (por ejemplo, fruta con frutos secos, yogur con semillas o una tostada con aguacate) puede ayudar a llegar con más calma a la comida principal.
  2. Incluye alimentos ricos en fibra: A lo largo del día, prioriza alimentos ricos en fibra soluble, sobre todo de frutas y verduras. Esto contribuye al mantenimiento de un tránsito intestinal normal y a una mayor sensación de bienestar digestivo.
  3. Come despacio y mastica bien: La masticación es una parte fundamental y poderosa cuando hablamos de digestión, aunque infravalorada. Triturando bien los alimentos hacemos que el trabajo posterior del estómago y el intestino se realice con mayor facilidad. No se trata de contarte masticaciones, sino de sentir realmente lo que comes y no correr contra el tiempo.
  4. Incluye movimiento suave después de las comidas: Un paseo de 5–10 minutos después de las comidas puede favorecer la movilidad intestinal y permite que la digestión resulte más cómoda.
  5. Prioriza el descanso: Dormir mal puede afectar negativamente a cómo nos sentimos al día siguiente, también a nivel digestivo. El cuerpo se regula durante la noche, y un buen descanso ayuda a que se recupere mejor. Intentar mantener una hora de sueño relativamente constante ayuda mucho más de lo que parece.
  6. Apoya tu digestión con suplementos adecuados: Algunos complementos pueden ayudarte a mantener tu bienestar digestivo y favorecer la sensación de confort después de comidas más abundantes. Productos como Intestinal Cleanse de Zeutics, elaborado con extractos vegetales, está pensado para acompañar el funcionamiento normal del intestino en periodos de cambios en la alimentación. Por otro lado, Digestive Plus, también de Zeutics, con enzimas digestivas, puede utilizarse como apoyo para facilitar la digestión de comidas más abundantes. Para quienes necesitan cuidar el equilibrio de la microbiota intestinal, Probiotic 30 Strains de Zeutics ofrece una combinación de diferentes cepas que contribuyen al mantenimiento de una microbiota intestinal equilibrada, siempre en el contexto de una dieta variada y un estilo de vida saludable. Tomarlos como parte de una dieta equilibrada y un estilo de vida saludable puede favorecer tu bienestar digestivo durante las fiestas.
  7. Mantener la hidratación, aprovechar infusiones, aceites esenciales y enzimas digestivas: La hidratación es clave para el bienestar digestivo, especialmente cuando hay un mayor consumo de alcohol. Puedes usar también infusiones a base de plantas después de comidas copiosas y aceites esenciales o enzimas digestivas, en especial.
    1. Infusión de hinojo y manzanilla, pueden formar parte de un ritual reconfortante que te ayude a sentirte mejor después de comidas más abundantes Puedes añadirle un poquito de jengibre.
    2. Infusión de boldo o cardo mariano. Utilizada tradicionalmente en contextos digestivos y tras las comidas copiosas.
    3. Aceite esencial de menta: Tradicionalmente usado para el proceso digestivo, diluir 1-2 gotitas en algún aceite.
    4. Enzimas digestivas: Necesarias para el proceso digestivo y asimilación de nutrientes . Se recomienda tomarlas justo antes de la comida para maximizar su efecto.
  8. Elige lo que realmente te apetece y sin culpa: Disfrutar conscientemente de un plato, sin juicios, puede mejorar la experiencia digestiva. No es necesario probar absolutamente todo; puedes seleccionar lo que más disfrutas y dejar el resto sin culpa. Además, permitirte disfrutar sin juicios, sin compensaciones y sin mentalidad de castigo hace que tu cuerpo procese mejor lo que comes.

Cuidar la salud digestiva en Navidad no significa renunciar, restringir ni compensar, significa acompañar al cuerpo para que pueda adaptarse a los cambios de ritmo, a las comidas especiales y al componente emocional típico de estas fechas.

La clave está en escuchar al cuerpo, respetar su ritmo y darle pequeñas ayudas naturales para que pueda mantener su equilibrio, incluso en los días más festivos.

En colaboración con Zeutics.