Si hay una planta bien conocida en este momento en el que la medicina natural gana cada vez más adeptos es la cúrcuma pero, ¿qué es la cúrcuma y para que sirve?
La cúrcuma es la especia por excelencia para curar dolencias menores. Se trata de un rizoma procedente de Asia, algunos textos la sitúan originalmente en la India mientras que otros ponen su origen en Vietnam o China, famosa por su actividad antioxidante, antiinflamatoria y hepatoprotectora.
Durante cientos de años muchas culturas diferentes han utilizado esta maravillosa especia para tratar una infinidad de enfermedades y dolencias. El efecto medicinal más conocido de la cúrcuma es su papel como potente antiinflamatorio, donde su efectividad es comparable a fármacos alopáticos.
Aunque la medicina tradicional ha utilizado este rizoma de forma rutinaria, no ha sido hasta ahora que la medicina moderna está comenzando a reconocer y entender los diferentes mecanismos por los que actúa la cúrcuma, y más concretamente, su principal fitoquímico, la curcumina, en nuestro organismo.
De hecho, si introducimos el término “turmeric” en PubMed, el buscador de cabecera de artículos científicos, nos devuelve más de 7.700 referencias.
¿Para qué sirve la cúrcuma?
Podemos encontrar la cúrcuma en forma de polvo o de raíz y, a veces, mezclada con otras especias en lo que conocemos popularmente como curry. Y las formas de consumirla son tantas como la imaginación alcanza, incluso en bálsamos para aliviar dolores musculares de forma tópica.
Aunque a continuación nos centraremos en las propiedades medicinales de la cúrcuma, es necesario subrayar también su uso culinario como saborizante, colorante y conservante. Si vez el aditivo E100 en alguna comida envasada, que sepas que está indicando que contiene cúrcuma. De hecho, su color amarillo brillante se ha utilizado también como tinte de ropa, para teñir seda y lana y, tradicionalmente, las vestimentas de los monjes budistas se teñían con cúrcuma.
La cúrcuma y sus beneficios para la salud
La cúrcuma tiene funciones antioxidantes significativas a diferentes niveles, pudiendo eliminar tanto los radicales libres, como aumentar las enzimas antioxidantes como inhibir la peroxidación lipídica.
Además, no es poca la evidencia que apunta al poder antiinflamatorio de la cúrcuma. Se ha visto su eficacia en el tratamiento de artritis, lesiones e incluso en el tratamiento del dolor y la inflamación tras una intervención. La cúrcuma ejerce este efecto a través de su efecto inhibitorio sobre la producción prostaglandinas y TNF-α, moléculas señalizadoras de inflamación y dolor.
De hecho, existen estudios que determinan que el extracto de cúrcuma iguala al ibuprofeno en la eficacia y seguridad del manejo de dolor en osteoartritis.
Se trata también de un aliado para el metabolismo de la glucosa en diabetes mellitus y síndrome metabólico, habiendo demostrado que su suplementación puede reducir significativamente los niveles de glucosa post pandrial y hemoglobina glicosilada (un marcador de glucosa en sangre) en diabetes mellitus tipo 2 y mitigar la prediabetes y el síndrome metabólico.
En lo que a la salud menstrual femenina respecta también es un aliado a tener en cuenta ya que ha demostrado reducir el tamaño y la actividad de las lesiones endometriales, vía reducción de NF-kappa B y bloqueando el efecto proliferativo de los estrógenos. Además, juega un papel esencial en la mejora del metabolismo lipídico y el perfil glicémico en pacientes con síndrome de ovario poliquístico. Uniendo su eficacia antioxidante y antiinflamatoria a la de omega 3 nos garantizamos un combo ganador para la mejora de nuestra salud hormonal.
No podemos olvidarnos tampoco de su efecto antimicrobiano y antifúngico, siendo una de las plantas de elección en el tratamiento de la infección gástrica por Helicobacter pylori.
Además, el metabolismo de la curcumina se ve influenciado en gran parte por enzimas microbianas, producidas por nuestra microbiota, por ello, no solo no todos respondemos de la misma forma ante la suplementación con curcumina, sino que esta especia tiene el poder de modular nuestra microbiota.
Las principales propiedades de la cúrcuma
Siempre que hablamos de la cúrcuma nos centramos en sus beneficios pero este rizoma presenta un problema principal y es su limitada biodisponibilidad, es decir, debido a su baja hidrosolubilidad (solubilidad en agua) no se absorbe con facilidad en nuestro organismo. Por ello, debemos tener en cuenta dos cosas:
En primer lugar, mezclarla con pimienta negra, ya que la piperina, un alcaloide de la pimienta negra, mejora esta biodisponibilidad en un 2000% y aceite, que mejora su solubilidad, y, además, el té verde también potencia su absorción por lo que una buena idea sería consumir un curry y un té verde de postre.
Tampoco vale suplementarse con cualquier suplemento de cúrcuma que encontremos: es muy importante tener en cuenta la solubilidad y por ello te recomiendo comprar suplementos que contengan patentes cuya solubilidad haya sido demostrada, como Cursol, con una solubilidad de su curcumina mayor al 30%, Meriva o Longvida. Podrás encontrar estas patentes en estos tres suplementos:
Está claro que el uso de la cúrcuma no es una moda y sobrevive al paso del tiempo: a día de hoy es una especie de gran importancia en la prevención y tratamiento de patologías y afecciones de la vida cotidiana.
Sin embargo, aún queda mucha investigación para probar científicamente lo que la gente de la India ha conocido desde tiempos inmemorables: Que la cúrcuma es una de las plantas más poderosas en el planeta.