La digestión es el proceso de transformación de los alimentos en moléculas más pequeñas (nutrientes), para que estos puedan atravesar la membrana de las células y entrar en ellas. Así, con ellos se puede llevar a cabo el crecimiento, mantenimiento y funcionamiento celular.
En el cuerpo humano la digestión es el proceso por el que los alimentos, al pasar por el sistema digestivo, son transformados en los nutrientes necesarios para su buen funcionamiento.
Consumir alimentos saludables favorece el adecuado funcionamiento gastrointestinal y aporta bienestar y confort a nuestra rutina diaria. Además, algunos hábitos y suplementos también pueden ayudarnos a mejorar las digestiones, sobre todo en momentos donde comemos más o peor: las navidades o los viajes de verano.
Cómo mejorar la salud digestiva
Para mejorar la salud digestiva es importante prestar atención a dos aspectos:
- Hábitos digestivos: Pueden parecer poco relevantes, pero la realidad es que se ha demostrado que son clave para mejorar la salud del aparato digestivo y del organismo en general.
- Alimentos y suplementos: Aparte de descartar posibles intolerancias o alergias que puedan estar dañando e inflamando nuestro sistema digestivo, es interesante revisar que los alimentos que consumimos contribuyan a apoyarlo. Algunos suplementos pueden ser de gran utilidad para dar ese plus que solo con la alimentación no podemos alcanzar.

Hábitos saludables para el aparato digestivo
Comer con prisas, de pie, nervioso. No tener una rutina alimentaria. Impedir que tu aparato digestivo descanse las horas que necesita para acabar bien las digestiones. Cenar tarde y copioso. Si te sientes identificado, preocúpate: ¡con esto tendríamos todos los malos hábitos digestivos enumerados en un párrafo!
Es importante tener calma al ingerir los alimentos. Mastica lentamente y produce buena saliva para ayudar en el primer paso de la digestión, el que se produce en la boca.
También presta atención al momento presente del acto de comer. Si comes al azar, nervioso o rápidamente mientras realizas otra actividad o cuando estás muy cansado, afectarás negativamente al sistema digestivo y te causará malestar.
Vigila el horario. Comer o cenar demasiado tarde puede causar una sensación de pesadez, hinchazón, ardor o reflujo. Deja cuatro horas entre la comida y la cena, y cena al menos dos horas antes de acostarte. Intenta tomar las comidas principales siempre a la misma hora, y no saltarte ninguna.
¿Tienes hambre a la hora de ir a la cama? Mejor elige una proteína magra antes de dormir: yogur, un vaso de leche o una ración de queso.
Productos para conseguir una digestión saludable
Aparte de los hábitos digestivos, también es importante que los alimentos que consumimos sean de calidad, y sobre todo que tengan capacidad de apoyar a nuestro aparato digestivo para así cuidarlo a la vez que nos nutrimos.
Los alimentos que pueden ayudarnos a tener mejores digestiones son los ricos en fibra, pectina o sorbitol. Estos nutrientes ayudan a potenciar el funcionamiento del sistema digestivo a la vez que protegen la flora intestinal, y reducen el riesgo de desarrollar trastornos gastrointestinales.
Algunos alimentos con estas propiedades serían:
- Yogur: Contiene probióticos, que lo convierten en una de las mejores ayudas digestivas. Los probióticos son microorganismos que fortalecen el sistema inmunológico y ayudan a mantener una microbiota saludable (y así favorecen la digestión y el tránsito intestinal).
- Kéfir: Es como el yogur pero mucho más líquido. Contiene al menos 10 cepas de bacterias vivas y activas, que promueven una flora bacteriana intestinal saludable para mantener a raya enfermedades gastrointestinales.
- Jengibre: Aporta propiedades antiinflamatorias que mejoran la actividad del sistema digestivo. Ayuda a prevenir y aliviar trastornos digestivos como digestiones lentas, estomatitis, espasmos gastrointestinales y pérdida de apetito.
- Espárragos: Contienen fibra, que ayuda a prevenir el estreñimiento y a reducir el colesterol.
- Alcachofa: Contiene cinarina, una sustancia ácida que estimula la producción de bilis, lo que facilita el trabajo del hígado, evita la formación de cálculos biliares y es rica en fibra.
- Aceite de oliva: Previene el reflujo ácido y ayuda a liberar el contenido del estómago gradualmente hacia el duodeno, aumentando la sensación de saciedad.
- Mango: Ayuda a mantener vivas las bacterias de la microbiota intestinal.
- Manzana: Su contenido en pectina, una fibra vegetal soluble, favorece la digestión y evita la fermentación intestinal. También ayuda a aliviar el estreñimiento y controlar el colesterol.
Por otro lado, también hay suplementos alimenticios que pueden ayudar mucho a nuestro aparato digestivo en las diferentes fases de la digestión. Aquilea, por ejemplo, tiene una amplia gama de complementos para este propósito, algunos de los cuales serían los siguientes:
- Aquilea Digestivo: Aporta un bienestar digestivo completo ya que contiene hinojo, planta que ayuda a reducir la sensación de hinchazón y gases, papaya, que contribuye al bienestar digestivo, y jengibre, que ayuda a reducir la sensación de náuseas asociada a la mala digestión. Además, contiene también enzimas digestivas para facilitar la digestión, y calcio para neutralizar el pH ácido del estómago.
- Aquilea Gases Forte: Contiene anís, hinojo y alcaravea, plantas utilizadas para favorecer la eliminación de los gases y disminuir las molestias que este causa, favoreciendo así un vientre plano.
- Aquilea Qbiotics flora digest: Unas gummies deliciosas que ayudan al sistema digestivo gracias a su contenido en calcio, que contribuye al funcionamiento normal de las enzimas digestivas. También contienen vitamina C, para la protección de las células frente al daño oxidativo, e inulina, fibra vegetal que se extrae de la raiz de achicoria y es digerida por las bacterias de la flora intestinal.
Y por si eres más de infusiones, también han pensado en ti: no dejes de probar la Aquilea Infusión Gases, una infusión de plantas que te ayudará a mejorar las molestias ocasionadas por los gases, proporcionándote una sensación de bienestar después de las comidas pesadas o malas digestiones.
Con todas estas opciones, ¡quien no digiere bien es porque no quiere!
En colaboración con Aquilea.