¿Por qué es importante la hidratación en verano?
La hidratación, en general durante todo el año, es clave para el buen funcionamiento de todos los sistemas del cuerpo. Ten en cuenta que somos 70% agua, por lo que tiene pinta que necesaria sí que es, ¿no?
Durante el verano, la exposición al sol y el calor extremo hacen que nuestro organismo pierda más líquidos a través del sudor, lo cual incrementa el riesgo de deshidratación. Esta pérdida de agua y electrolitos puede afectar funciones básicas como la regulación de la temperatura corporal, la circulación sanguínea y el transporte de nutrientes.
Riesgos de la deshidratación
Muchos subestiman el protagonismo que tiene el agua en nuestro cuerpo, como si beber fuera algo secundario, solo para cuando sentimos sed. Pero la sed no es un buen indicador: cuando sentimos sed, ya hay un grado de deshidratación instaurado. El problema es justo ese: podemos estar deshidratados sin darnos cuenta. Y una deshidratación leve pero sostenida puede afectar muchísimo más de lo que imaginamos.
En verano, esta condición puede agravarse debido al calor y al aumento de la sudoración. Algunos de los riesgos asociados son:
- Golpe de calor: la falta de líquidos dificulta la capacidad del cuerpo para regular la temperatura.
- Problemas renales: la deshidratación prolongada puede afectar el funcionamiento de los riñones.
- Mareos y confusión: una baja en los niveles de agua puede reducir la presión sanguínea, afectando al cerebro.
- Calambres musculares: la pérdida de electrolitos por sudoración aumenta el riesgo de calambres.
- Fatiga extrema: la falta de hidratación reduce la capacidad del cuerpo para transportar nutrientes y oxígeno.
¿Cómo saber si te falta agua en el cuerpo?
Es importante conocer las señales o síntomas que indican una posible deshidratación:
- Sed intensa
- Boca y piel secas
- Orina de color oscuro
- Sentirse cansado o mareado
- Dolor de cabeza
- Disminución de la frecuencia urinaria
- Tener hambre incontrolable
- Si tienes muchos dolores musculares o calambres
Pero ¿cuánta agua necesito?
Esta es la gran pregunta que muchos se suelen hacer. La cantidad de agua que necesita una persona varía según múltiples factores: edad, peso, nivel de actividad física y condiciones ambientales. En promedio, un adulto pierde entre unos 2 litros de agua al día solo por funciones básicas como respirar, sudar u orinar. Esta cantidad aumenta si se realiza ejercicio, si la temperatura es elevada o si se consume una dieta alta en sal por ejemplo. Se va a perder más agua pero también más electrolitos.
Por eso, aunque la deshidratación puede afectar a cualquier persona, ciertos grupos son más vulnerables:
- Niños y bebés.
- Personas mayores: con la edad, la sensación de sed disminuye, lo que incrementa el riesgo de deshidratación.
- Mujeres embarazadas o en lactancia: sus necesidades aumentan considerablemente.
- Deportistas: la actividad física intensa especialmente en climas cálidos eleva la pérdida de líquidos.
- Personas con enfermedades crónicas
Claves para mantener una buena hidratación en verano
Mantener un buen nivel de hidratación en verano no solo depende de beber agua, sino también de incluir alimentos y hábitos que ayuden al cuerpo a mantenerse fresco y bien nutrido. Aquí te dejamos algunas claves fundamentales:
1. Beber agua de forma constante
No esperes a tener sed para beber agua, ya que este es un síntoma de deshidratación leve. Toma aproximadamente 2 litros de líquidos al día (esto dependerá de cada persona obviamente) y asegúrate de empezar el día en ayunas, hidratándote bien.
2. El agua de mar y su papel en la hidratación
El agua de mar es una fuente natural de minerales y electrolitos. Una de sus aplicaciones más interesantes y más en verano, es en la preparación de bebidas isotónicas caseras, que ayudan a reponer los minerales perdidos por el calor. Por ejemplo, cuando en casa se utiliza un sistema de ósmosis inversa, el agua se purifica a tal punto que pierde gran parte de sus minerales, lo cual puede afectar la hidratación si no se complementa adecuadamente. El uso de pequeñas cantidades de agua de mar, diluida correctamente, permite remineralizar el agua y mejorar su capacidad hidratante.
Receta básica de bebida isotónica casera:
- 1 litro de agua filtrada
- 50 ml (empieza por esto y ve ajustándolo a tu tolerancia) de agua de mar como esta de Naturitas Essentials
- El zumo de medio limón
- Hojas de menta
- Hielo picado (opcional)
Mezcla bien los ingredientes y tendrás una bebida rica en electrolitos para hidratarte en los días más calurosos.
3. Incluir alimentos ricos en agua
Frutas y verduras como la sandía, el melón, el pepino, el apio y las hojas verdes, son excelentes opciones para hidratarse, ya que contienen un alto porcentaje de agua y además aportan vitaminas y minerales esenciales. ¡No solo el agua nos hidrata!
4. Evitar el exceso de bebidas azucaradas y alcohólicas
Las bebidas azucaradas y el alcohol pueden contribuir a la deshidratación. En su lugar, opta por infusiones frías, agua con limón o kombucha como esta de jengibre-limón de Naturitas Essentials, para refrescarte sin perder hidratación.
5. Protegerse del sol y de las altas temperaturas
Usar sombreros, ropa fresquita y buscar sombra en las horas de mayor intensidad solar (entre las 12:00 y las 16:00) ayuda a reducir la pérdida de líquidos por sudoración.
5. Escuchar a tu cuerpo
Presta atención a las señales de tu cuerpo, él siempre te avisa constantemente.
La hidratación en verano es fundamental para mantener la salud y el bienestar general. Recuerda que la prevención es clave, y una correcta hidratación es tu mejor aliada para afrontar el calor.