¿Cómo encontrar el equilibrio emocional?

Entendemos por equilibrio emocional la capacidad de gestionar las emociones, a pesar de las circunstancias externas que podamos enfrentar

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Entendemos por equilibrio emocional la capacidad de gestionar las emociones, a pesar  de las circunstancias externas que podamos enfrentar

¿Qué es el equilibrio emocional?

Podríamos definirlo como un estado en el que somos capaces de mantener estabilidad y control sobre nuestras emociones. Se caracteriza por una gestión adecuada de dichos sentimientos, para que no tomen el control de la conducta de forma negativa.


Hay varios aspectos que resultan clave para conseguir el equilibrio emocional. Vamos a destacar los cuatro más representativos: La autoconciencia emocional, la regulación emocional, la resiliencia, y la adaptabilidad.


Comencemos con el primero: La autoconciencia emocional consiste en conocer y comprender tus propias emociones. Esta es una habilidad fundamental para reconocer el impacto que van a tener sobre nuestros comportamientos y relaciones.


La regulación emocional, en cambio, es la habilidad de manejar y ajustar las emociones de forma adecuada. Contribuye en el mantenimiento de la calma y el control en situaciones estresantes o conflictivas. Puede incluir técnicas para reducir el estrés o ansiedad, pero también técnicas para fomentar las emociones positivas.


Por otra parte, la resiliencia hace referencia a la capacidad de recuperarse en situaciones adversas inesperadas, y mantener el equilibrio emocional antes los desafíos de la vida.

El último aspecto clave es la adaptabilidad. Ser flexibles frente a cambios o imprevistos, nos permite ¨surfear la ola¨ y contribuye también en mantener el control emocional.


¿Cómo podemos encontrar el equilibrio emocional?

Una de las herramientas más útiles para conseguir este objetivo es el autoconocimiento. Es la base para entender y manejar nuestras emociones, impactando por tanto en el equilibrio emocional. Este autoconocimiento nos permite identificarlas, para que podamos reconocerlas, saber lo que sentimos, y poder manejarlas.


También nos permite detectar qué pensamientos desencadenan ciertas emociones, lo que es útil a la hora de anticiparnos y prepararnos para responder de la forma más alineada a nuestras necesidades.


Otra herramienta clave es conocer y aplicar técnicas de regulación emocional, que nos permitan afrontar o gestionar emociones que afecten a nuestro estado de ánimo, como por ejemplo la meditación, acudir a terapia, probar prácticas de relajación y yoga.


Por otra parte, trata de buscar espacios para realizar actividades de reconexión que te lleven a la calma, ya sea escuchar una lista de música, dar un paseo por la naturaleza… cualquier actividad que te lleve a restablecer de nuevo el equilibrio emocional.


Consejos para conseguir un equilibrio emocional

Te propongo que, para contribuir en el mantenimiento de un buen equilibrio emocional, tengas claro qué partes de tu vida necesitas nutrir, y que también te des un espacio para gestionar a tu ritmo las situaciones de estrés que puedan aparecer en el día a día.

Por otro lado, respeta tus momentos de descanso, ya que son un pilar fundamental para sostener los imprevistos. Nuestro cuerpo necesita que lo cuidemos para que, cuando más lo necesitemos, esté en forma para acogernos y aportarnos calma, manteniendo así de forma más sencilla el equilibrio emocional.


También puedes implementar hábitos saludables como cuidar tu alimentación. Sabemos que una alimentación nutritiva, completa y antiinflamatoria, tiene un impacto significativo en nuestro bienestar emocional. La relación entre lo que comemos y cómo nos sentimos en bastante compleja, pero en la actualidad conocemos qué aspectos de la dieta influyen en las emociones.


Existen nutrientes esenciales para el cerebro como el omega 3, presente en pescados grasos, nueces y semillas de lino; las vitaminas del grupo B, que se encuentran en carnes, huevos, legumbres, y verduras de hojas verde, siendo esenciales en la producción de neurotransmisores que regulan el estado de ánimo; y minerales como el zinc,
magnesio o hierro
.


De igual modo, debemos tener presente que la ingesta de proteínas debe ser suficiente y adecuada, ya que están compuestas por aminoácidos, vitales para la producción de neurotransmisores como la serotonina y la dopamina, dos sustancias esenciales en la regulación de nuestras emociones.


Tampoco podemos olvidar cómo influye la microbiota en la búsqueda del equilibrio emocional. Alimentos ricos en probióticos como el yogur, kéfir, alimentos fermentados como el kimchi, y alimentos prebióticos como la fibra, pueden mejorar la composición de nuestra microbiota, y esto a su vez influir positivamente en el equilibrio emocional.


Recomendaciones para mantener tu equilibrio emocional

Además de todo lo mencionado anteriormente, también puedes incorporar en tu día a día a suplementos enfocados en el equilibrio de tu estado emocional, como los incluidos en la gama Zentrity de Naturitas. Eso sí, recuerda consultar primero con tu especialista para que descarte la presencia de interacciones si tomas alguna medicación en particular.

Algunos de los activos de fitoterapia dirigidos a este fin son la ashwagandha, el azafrán y las vitaminas del grupo B, presentes en el complemento alimenticio Positive Mood de Zentrity. En particular, está formulado de cara a sobrellevar los cambios y estados emocionales, mantener un humor positivo, y contribuir en el funcionamiento normal del sistema nervioso. El azafrán, concretamente, favorece la relajación y ayuda en el mantenimiento de un estado de ánimo positivo.


Por otro lado, la raíz de ashwagandha es bien conocida en la medicina ayurvédica por ser una planta adaptógena. Esto significa que ayuda al cuerpo a adaptarse al estrés, y a mantener un equilibrio homeostático, gracias a la regulación del sistema nervioso. La evidencia más reciente incluso la relaciona con una reducción significativa de los niveles de cortisol, hormona bien relacionada con el estrés y la ansiedad.


También tenemos que destacar el Ginkgo Biloba, una planta destacable por sus propiedades medicinales sobre la salud cognitiva y emocional, que también puedes encontrar en suplementos dirigidos como este Ginkgo Biloba. Se ha estudiado su capacidad de mejorar la circulación sanguínea cerebral, aumentando así la oxigenación y nutrición de las células cerebrales, lo que tendría un impacto positivo en la función cerebral y equilibrio emocional.


Ya por último, no podemos olvidarnos del magnesio, mineral esencial que desempeña un papel crucial en numerosas funciones biológicas, incluidas aquellas que afectan al equilibrio emocional y la salud mental. Hay diferentes sales de magnesio, pero destacamos el magnesio bisglicinato, al contribuir especialmente en el normal funcionamiento del sistema nervioso, siendo útil en la disminución del cansancio y la fatiga.


El camino hacia el equilibrio emocional consiste en el autoconocimiento, pero también especialmente en priorizar el autocuidado.


Esperamos que este artículo te haya resultado de interés.