Cómo aumentar la libido de manera natural

Descubre cómo funciona el deseo sexual y qué herramientas necesitas para mejorarlo.

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Descubre cómo funciona el deseo sexual y qué herramientas necesitas para  mejorarlo.

¿Sientes insatisfacción con tu deseo sexual? ¿Crees que está más bajo de lo que te gustaría? Entonces, este artículo es para ti.

Igual que hay muchas formas de vivir la sexualidad, también existen niveles de deseo distintos y frecuencias sexuales diferentes. ¡No se trata de compararse ni de intentar “ser normal” (ya que esto de la “normalidad” no existe cuando hablamos de sexualidad)! Lo verdaderamente interesante está en dejar de compararnos con otras personas o con un supuesto ideal social y mirar en nuestro interior, escucharnos y decidir cómo queremos vivir la sexualidad.

Si al hacer esta revisión, encuentras una diferencia significativa entre el deseo sexual que te gustaría tener y el que sientes en este momento, es importante que indagues en qué te está pasando.

Qué puede causar una disminución en el deseo sexual

Una vez descartadas causas físicas como podría ser el hecho de estar sufriendo alguna enfermedad (como el dolor crónico), de consumir ciertos fármacos que actúan sobre la libido o de no encontrarte bien (por falta de sueño, mala alimentación, hábitos no saludables…), podríamos definir tres grandes bloques de causas:

Motivos psicológicos. Todo aquello que ocupe tu mente y tenga forma de preocupación, va a elevar tu estrés emocional y esto hará que tu mente lo priorice (en lugar de estar centrada en disfrutar del placer, por ejemplo, estará intentando buscar una solución al problema que tienes delante o, simplemente, dándole vueltas).

Algunos de estos motivos psicológicos pueden ser una baja autoestima, sentir emociones como el miedo, la rabia, la tristeza, la culpa, la vergüenza... y no saber cómo gestionarlas, mantener ciertas creencias negativas relacionadas con la sexualidad, haber sufrido abusos, estar atravesando una depresión o sentir ansiedad, estar pasando por un cambio de etapa o estancarse en problemas cotidianos.

Motivos sexuales. El deseo sexual se ve influido por otras problemáticas sexuales como pueden ser las dificultades con la erección, con la eyaculación, el dolor vaginal, etc. Es decir, es muy lógico que, si vas a una relación sexual con una sensación de estar pasando un examen, tu mente no quiera enfrentarse a esa situación y, por lo tanto, disminuya tu nivel de deseo para que no te acerques a ella.

Otros motivos en este apartado pueden ser el desconocimiento sobre sexualidad, que la estimulación que recibes no te guste y no hagas nada por cambiarla, que

exista diferencia entre los miembros de la pareja (mientras uno se siente perseguido el otro se siente rechazado) y la monotonía y el aburrimiento.

Motivos relacionales. La calidad de la relación de pareja va a influir en el deseo. Así, los conflictos constantes no resueltos, las emociones reprimidas, las infidelidades, los celos, los malos tratos, las luchas de poder… dejarán una huella en la vivencia de la sexualidad.

Otro aspecto muy importante es la finalidad de la relación sexual. Es decir, la respuesta a la pregunta: ¿Para qué tengo relaciones sexuales? Si es “para tachar el día en el calendario”, “para cumplir con mi pareja”, “para que no se enfade”, “para no sentirme culpable”… No va a estimular al deseo. Así que es fundamental buscar finalidades que motiven al deseo como puede ser el jugar, divertirse, compartir un momento íntimo con la pareja, disfrutar del cariño, del placer… Te animo a reflexionar sobre qué es lo que obtienes tú en las relaciones sexuales con tu pareja. En la respuesta estará la clave de que estimule o ponga barreras a tu deseo posterior. Es decir, a las ganas que tengas de repetir.

Una vez identificada la causa que hay detrás de tu bajada del deseo, podrás trabajar en ella de una forma más precisa (en muchas ocasiones será necesario el acompañamiento de un/a profesional de la Psicología, Sexología y/o Terapia de Pareja).

Y, llegados a este punto, pasamos a la pregunta que da título al artículo: ¿Cómo aumentar la libido de forma natural?

Métodos para aumentar la libido de forma natural

Conecta con tu cuerpo, acéptalo, ámalo y aprende cómo le gusta ser estimulado al mismo tiempo que descubres cómo quieres vivir tú la sexualidad.

Guarda espacio en tu vida para el placer y el erotismo. ¡Dales la importancia que merecen! A veces pensamos que, si algo se planifica, pierde la magia, pero no, planificación y espontaneidad pueden ser totalmente compatibles. Es decir, reservar espacios de conexión con tu pareja y tiempo de calidad en el que pueda surgir un momento erótico no significa tener que planear el encuentro sexual. ¡Solo le damos el espacio necesario en nuestra vida!

Como hemos visto, la forma en la que vemos a nuestra pareja, puede afectar a la vivencia de la sexualidad. Así que es importante que reflexiones sobre la calidad de vuestra relación.

Y, una vez hayas mejorado todo lo anterior (o te hayas asegurado de que estás a gusto con los diferentes apartados que he mencionado), puedes centrarte en erotizar la mente, es decir, en aumentar la creatividad, la seducción, la fantasía… ¡En sorprender a tu pareja (y a ti) y no ser predecible!

Piensa a qué le dices que “no” cuando no quieres tener un relación sexual. Puede que sea a la forma en la que mantenéis esa relación, al tipo de prácticas… ¿Y si innováis? Expresa lo que quieres y guía a tu pareja en tu cuerpo. ¡Solo tú puedes saber qué es lo que te gusta! Puedes buscar inspiración en libros sobre sexualidad, talleres, blogs… Con cada aprendizaje darás un paso más hacia el placer.

Cualquier dificultad en la sexualidad puede ser un apasionante camino de crecimiento personal. Eso sí, necesitamos mirar en nuestro interior para convertir el problema que tenemos delante en una oportunidad de superación que nos acerque al bienestar.

¿Cuál es el primer paso que necesitas dar en tu crecimiento erótico?