La primavera es una de las estaciones más esperadas del año debido al renacer de la naturaleza, el clima más cálido y los días más largos. Sin embargo, también trae consigo un aumento en los casos de alergias estacionales, que pueden afectar la calidad de vida de muchas personas.
Tipos de alergia en primavera y síntomas
Las alergias primaverales se deben principalmente a la exposición al polen y otros alérgenos ambientales. Entre los tipos de alergias más comunes encontramos:
- Alergia al polen: El polen de árboles, hierbas y plantas en flor como el ciprés, el olivo o las gramíneas pueden desencadenar síntomas alérgicos en muchas personas sensibles.
- Alergia a los mohos y al polvo: La humedad y el calor de la primavera pueden promover el crecimiento de mohos. Además, con el aumento de la actividad al aire libre y la apertura de ventanas, el polvo y los ácaros pueden empeorar los síntomas.
Los síntomas de la alergia primaveral pueden empezar a notarse a los pocos minutos de entrar en contacto con estos pólenes y pueden variar en intensidad y duración dependiendo de la sensibilidad de cada persona y la cantidad de alérgenos en el ambiente. Destacamos en general:
- Estornudos y congestión nasal
- Picor en nariz y garganta
- Fatiga o “astenia primaveral”
- Conjuntivitis
- Dificultad para respirar o tos
- Eccemas o irritación de piel: estas reacciones pueden deberse al contacto directo con alérgenos o a la liberación de histamina en el organismo, lo que provoca inflamación y sensibilidad en la piel.
- Dolor de cabeza. Puede que no sea de los síntomas más claros y directos, pero en el caso de aquellos que se sufran de manera más prolongada una rinitis o sinusitis alérgica, los dolores de cabeza constantes pueden llegar a darse.
Cómo aliviar los síntomas de la alergia primaveral
Si bien existen tratamientos farmacológicos según el grado de afección y/o gravedad en cada persona, existen muchas alternativas naturales para minimizar y aliviar los síntomas. Aquí te dejamos algunos consejos efectivos que puedes tener en cuenta:
1. Ser conscientes de nuestra alergia e informarnos sobre el estado del polen en nuestra ciudad. Evitar salir a la calle los días secos o de mucho viento. En estos días las concentraciones de polen suelen dispararse. Es mejor aprovechar para salir después de una buena lluvia, ya que ésta limpia todo el polen del aire.
2. Evitar lo máximo y dentro de lo que puedas, la exposición a los alérgenos.
- Evita pasar el mucho tiempo al aire libre y mantén las ventanas cerradas en casa (excepto el momento de ventilar la casa) y en el automóvil.
- Si eres especialmente sensible, al llegar a casa de la calle, lo primero es quitarse la ropa y darte una ducha para limpiar el polen y evita secar la ropa en exteriores, ya que puede acumular polen.
3. Mejora la calidad del aire en tu hogar.
- Usa purificadores de aire o aire acondicionado con filtro.
- Aspira y limpia el polvo con frecuencia y con un paño mojado para reducir la acumulación de alérgenos.
- Mantén un nivel de humedad adecuado en el hogar (entre 40-50%) para evitar el crecimiento de ácaros y moho.
4. Ayudas naturales
- Quercetina: Este flavonoide podría ser eficaz en rinitis, conjuntivitis, eccemas y urticaria. Su principal fuente son las frutas y vegetales (como la cebolla, achicoria, ajo, coles, espárrago, manzana, mora, uva).
- Vitamina C: Contribuye al funcionamiento normal del sistema inmunitario y a la protección de las células frente al daño oxidativo. Está presente en frutas y verduras como naranja, kiwi, pimiento rojo, tomate y fresas. Dosis recomendadas: de 500 mg a 1 g al día (se puede aumentar en fases agudas).
- Omega-3: Alimentos como el pescado azul, el lino o las nueces, pueden ayudar a mejorar los síntomas alérgicos.
- Los alimentos amargos como la achicoria, el diente de león, la rúcula o la alcachofa, pueden ayudar a modular la reacción alérgica.
- La fitoterapia o plantas tienen mucho que ofrecer, tanto a la hora de aliviar estos síntomas como a la de anticiparse a ellos, por ejemplo: la cúrcuma, la salvia, el tomillo, etc.
- Los lavados nasales con agua de mar o solución salina proporcionan una higiene nasal adecuada que ayuda a eliminar moco y partículas ambientales adheridas en las fosas nasales. Además, su uso regular puede disminuir la necesidad de antihistamínicos y otros medicamentos, proporcionando un alivio natural y seguro. Se recomienda realizarlos una o dos veces al día durante la temporada de alergias para mantener las vías respiratorias limpias y reducir los síntomas.
- Aceites esenciales
- El aceite de eucalipto es ideal para descongestionar y aliviar la dificultad para respirar.
- El aceite de lavanda
- El aceite de menta ayuda a abrir las vías respiratorias y aliviar la congestión nasal.
Las alergias primaverales pueden ser una molestia por eso, adoptar medidas que minimicen sus efectos, mejorar la calidad del aire en casa y recurrir a remedios naturales son excelentes maneras de aliviar los síntomas sin depender exclusivamente de medicamentos. Si los síntomas persisten o se agravan, es recomendable consultar con un médico o profesional especializado para recibir un tratamiento personalizado.
¡Prepárate para la primavera y disfruta de sus maravillas sin estornudos ni molestias!