Seguro que has oído hablar de las vitaminas liposomadas, y quizás si eres atrevido incluso te has atrevido a probarlas alguna vez. Si lo has hecho, enhorabuena, ya que es una estupenda forma de aportar más y mejor a nuestro organismo.
Aunque pueda parecer un concepto muy técnico, una vitamina liposomada (o liposomal) no es más que una vitamina encapsulada con un método biotecnológico de vanguardia. Pero la cápsula que la contiene no es una cualquiera…¡sigue leyendo y en las próximas líneas te contamos todos sus secretos!
¿Qué son las vitaminas liposomadas?
Las vitaminas liposomadas son vitaminas encapsuladas en liposomas, que son vesículas esféricas de lípidos (o grasas, para los que no les gustan los tecnicismos). En concreto, los lípidos de los liposomas son fosfolípidos, que tienen algunas particularidades que los hacen únicos para formar este tipo de cápsulas.
Las grasas son lipófilas, que significa que se pueden disolver en lípidos, y por tanto también son hidrófobas, que significa que no se pueden disolver en agua. Esto es así porque toda molécula lipófila es hidrófoba, y toda molécula hidrófila es lipófoba (porque es imposible que se pueda disolver tanto en agua como en lípidos).
Seguro que de niño hiciste el clásico experimento de intentar mezclar aceite (grasa) con agua, y no lo conseguiste. El frustrante resultado se debe a lo que acabamos de explicar: las grasas (como el aceite) son lipófilas, y solo pueden mezclase y disolverse en otras grasas, pero no en agua (ya que al ser lipófilas, obligatoriamente son hidrófobas).
Como hemos comentado, los lípidos que forman los liposomas son fosfolípidos, y lo que los hace especiales es que tienen una parte lipófila (y, por tanto, liposoluble, que se puede mezclar con lípidos) y otra hidrófila (y, por tanto, hidrosoluble, que se puede mezclar con agua).
Los fosfolípidos forman una doble capa esférica (bicapa lipídica), colocándose estratégicamente para formar el liposoma: todas sus cabezas hidrófilas están en la parte exterior e interior de la vesícula, y todas sus colas lipófilas en la parte del medio de la bicapa.

Así, se forma una esfera que permite encapsular dentro moléculas hidrófilas (como muchas vitaminas), y que puede viajar eficazmente por el cuerpo y ser absorbida por las células con facilidad.
Beneficios de las vitaminas liposomadas
¿Pero por qué pueden viajar tan bien por el organismo los liposomas, y ser captados por las células con tanta afinidad? Pues porque su forma les hace parecer una célula más de nuestro cuerpo, ya que el liposoma es una copia de la membrana celular, y les hace así ser tratados como tal.
Además, el hecho de que las vitaminas estén envueltas dentro de esta membrana, evita que los tóxicos y radicales libres de nuestro propio organismo las puedan malmeter u oxidar.
De esta manera, estas pequeñas partículas adoptan un rol muy eficaz de vehículos de entrega de bioactivos a las células. Así, por ejemplo, los liposomas son capaces de llegar a las capas más profundas de la piel. Allí liberan paulatinamente la vitamina que transportan y que, de otro modo, no alcanzaría esa profundidad ni llegaría en tan buenas condiciones.
Los beneficios más importantes que aportan los liposomas a las vitaminas son:
- Mejor absorción: las vitaminas envueltas en liposomas se absorben más y mejor que las convencionales.
- Mayor biodisponibilidad: las vitaminas envueltas en liposomas llegan a las células con mejor calidad que las convencionales.
- Mayor eficacia: las vitaminas envueltas en liposomas aumentan su poder reparador, protector y antioxidante.
- Mejor protección: las vitaminas envueltas en liposomas son más estables y se reduce su oxidación en comparación con las convencionales.
Esta tecnología está en auge, y ya se pueden encontrar muchas vitaminas liposomadas en el mercado. Se pueden ver en suplementos alimenticios o incorporadas en fórmulas dermocosméticas de cremas, sérums, tónicos o geles.
Una de las más típicas es la vitamina C liposomada, como la Vitamina C liposomal de Solaray, ya que esta vitamina es muy sensible a la luz solar y con el liposoma se evita su contacto directo con esta radiación.
Y si te preguntas cómo tomar la vitamina C liposomada, o cualquier otra vitamina de este tipo, es muy sencillo: tal y como lo harías con una vitamina convencional. Tomando una cápsula al día con un vaso de agua, ya tendrás la cantidad que tu cuerpo necesita para que la vitamina pueda realizar sus tan preciadas funciones.
Otras opciones interesantes son los multivitamínicos liposomados, como la gama Liposomal Multivitamin tan completa que ha creado Solaray pensando en las necesidades de toda la población: Liposomal Multivitamin Universal, Liposomal Multivitamin Men’s, Liposomal Multivitamin Women’s y Liposomal Multivitamin Women’s 50+.
Como hemos visto, las vitaminas liposomadas son una genial alternativa a las convencionales. Utilizan una tecnología innovadora para aumentar sus beneficios, que son mayor absorción, biodisponibilidad, eficacia y protección. Pero eso no es todo, ya que en los últimos años se han formulado muchos otros ingredientes liposomados, como el hierro o el glutatión. ¡El universo a explorar con esta nueva técnica parece infinito!
Y por último, recuerda: el mimetismo con nuestro propio cuerpo siempre será la mejor forma de tratarlo, protegerlo y cuidarlo.
En colaboración con Solaray.