¿Sientes las digestiones pesadas, reflujo y/o acidez, exceso de gases, cansancio después de comer, estreñimiento o diarrea? Estos síntomas nos alertan de que la digestión no está funcionando como debería.
La digestión es el primer paso, no solo para poder aprovechar los nutrientes de los alimentos, sino para el correcto funcionamiento de todo tu organismo. A continuación, te comparto algunos consejos prácticos para optimizar tu sistema digestivo a través de cambios simples en los hábitos de alimentación y del estilo de vida.
¿Qué comer para mejorar la digestión?
De nada sirve consumir superalimentos si continuamos basando nuestra alimentación en alimentos irritantes e inflamatorios. Estos alimentos resultan un ataque directo para el equilibrio de nuestras bacterias intestinales, además de producir inflamación o alteración de nuestra hambre-saciedad. Alimentos como los altamente procesados, grasas hidrogenadas, picantes, alcohol o con alto contenido de azúcar pueden irritar el sistema digestivo.
Si lo que buscas es mejorar tus digestiones y a la larga tu salud en general, ten en cuenta los siguientes puntos que destacamos:
- Mantente bien hidratado.
La hidratación es esencial para una digestión fluida, ya que ayuda a la fibra a trabajar eficazmente y a evitar el estreñimiento.
- Consume proteínas de fácil digestión.
Priorizar fuentes de proteína como pescado, huevos y carnes magras va a ayudarán a que tu digestión sea más ligera.
- Prioriza preparaciones ligeras.
Si tu digestión se está viendo comprometida, ten en cuenta la forma de preparación. Las verduras crudas no son la mejor opción en caso de estar atravesando problemas digestivos (sobre todo si estás en plena “crisis digestiva”). Prioriza caldos, cremas o sopas de verduras que serán más fácil digerirlas, sobre todo por la noche, cuando te recomiendo que tus cenas sean mucho más ligeras y tempranas.
- Elige grasas saludables pero sin abusar.
Grasas como las del aguacate, aceite de oliva, frutos secos, semillas o como el ghee de Naturitas Essentials, son más fáciles de digerir y ayudan a absorber nutrientes sin sobrecargar el sistema digestivo.
- Incluye probióticos y prebióticos en tu dieta.
Los probióticos son microorganismos beneficios como los que encontramos en alimentos fermentadoscomo el kéfir, el yogur o el chucrut o en suplementos probióticos como el Naturflora de Naturitas Essentials elaborado a base de Lactobacillus acidophilus.
Y por otro lado están los prebióticos que son el alimento para nuestra bacterias. La que más les gusta es la fibra soluble o prebiótica (patata enfriada, manzana, espárragos, avena, setas…).
Consumir ambos en combinación crea un entorno intestinal saludable facilitando la digestión.
Cómo dormir para mejorar la digestión
Es importante saber que el cuerpo se regenera mientras duerme, canalizando la mayor parte de la energía en el sistema inmunitario. Por lo tanto, ya te puedes imaginar el impacto que un buen descanso tendrá en tu organismo y ni te imaginas, en tu digestión. Aquí algunos consejos clave:
- Dormir sobre el lado izquierdo. La posición del estómago y el páncreas del lado izquierdo permite que la gravedad ayude al movimiento natural de los alimentos hacia el intestino.
- Elevar ligeramente la cabecera. Si tienes problemas de acidez o reflujo, elevar un poco la parte superior del cuerpo.
- Cenar ligero y evitar comer justo antes de dormir: Trata de cenar al menos 2-3 horas antes de acostarte para darle tiempo al cuerpo de hacer la digestión
- Evitar bebidas con cafeína y alcohol antes de dormir o por la tarde. Ambos pueden irritar el sistema digestivo y afectar la calidad del sueño.
Otros trucos para mejorar la digestión
- ¿Cómo masticas?
¿Y si te dijera que dependiendo de cómo sea tu masticación así será tu digestión?Es uno de los procesos más necesarios y beneficiosos para el cuerpo. Todo empieza por la boca y su objetivo es el de romper las estructuras de los alimentos que ingerimos, para que así sean más fáciles de absorber los nutrientes.
Tomarse el tiempo para masticar bien los alimentospuede mejorar la absorción de nutrientes y a evitar problemas como la indigestión y la sobrecarga del sistema digestivo.
- Evita comer sin hambre.
Comer cuando no se tiene hambre es hacer algo forzado al cuerpo cuando no está preparado para comer, por lo que congestiona el sistema digestivo y el proceso natural de depuración del cuerpo se ve alterado.Prueba a hacer como máximo 3 comidas al día dejando un espacio de mínimo 4 horas entre comida y comida. Así daremos tiempo a que el CMM (Complejo Motor Migratorio) o nuestro “camión de la basura”encargado de limpiar nuestro intestino, pueda hacer su trabajo sin interrupciones.
- Un buen manejo del estrés.
Aunque sabemos que no es algo ni fácil ni rápido, es una de las herramientas más eficientes para mejorar tu digestión. Un cuerpo en estado de alerta es un sistema digestivo parado o disfuncional. Busca y prueba la manera que mejor se adapte a ti (meditación, yoga, terapia, mindfulness).
- Enzimas digestivas.
Si notas que no estás digiriendo bien, ves trocitos de comida en las heces, hinchazón o estreñimiento/diarrea, asegúrate de estar aportando enzimas naturales a través de alimentos crudos, como la piña (bromelina) y la papaya (papaína) o apoyarte con algún suplemento de enzimas digestivas como las que tienes de Naturitas Essentials.
- Infusiones
Hay múltiples plantas repletasde propiedades medicinales, depurativas y digestivas, que nos ayudarán a mejorar nuestra digestión. Prueba algunas como la manzanilla, el boldo, el tomillo, la menta, la hierbaluisa o el anís.
- Un poquito de vinagre de manzana sin filtrar.
Tomar una cucharada de vinagre de manzana sin filtrar como el que tienes de Naturitas Essentials diluida en un pequeño vasito de agua antes de las comidas es una excelente manera de aportar un extra de acidez que ayudará a calmar y aliviar síntomas de una digestión pesada, sobre todo en casos de hipoclorhidria o falta de acidez estomacal.
- Realiza actividad física regular.
No solo ayuda a estimular la motilidad intestinal, sino que también aumenta el flujo sanguíneo hacia los órganos digestivos optimizando su funcionamiento.
Implementar pequeños cambios en la alimentación y el estilo de vida puede marcar una gran diferencia en la calidad de nuestras digestiones. Escuchar al cuerpo, elegir alimentos adecuados y adoptar hábitos saludables son pasos sencillos que nos ayudan a disfrutar de un sistema digestivo equilibrado y un bienestar integral.