Sabemos que nuestra piel agradece los cuidados que le proporcionamos a lo largo de todo el año. Sin embargo, estos cuidados pueden variar en función del momento del año en que nos encontremos. Cada estación tiene sus peculiaridades, y en función de las variaciones climáticas, debemos potenciar un tipo de atenciones frente a otras. Además de las variaciones climatológicas de temperatura o humedad, nuestro ritmo de vida también varía a lo largo del año, y nuestra piel lo nota.
Con el frío, nuestra piel y mucosas se deshidratan con mayor facilidad. Esto provoca una sensación desagradable de tirantez y sequedad. No todas las zonas sufren igual. En esta época en la que tronco y extremidades van más cubiertas, y las zonas expuestas son las que más se resienten. Sigue estos 5 consejos para proteger la piel del frío:
- Utiliza una buena crema hidratante con especial atención a las zonas expuestas como cara, orejas y manos.
- Hidrátate también por dentro y bebe suficiente agua. Tomar infusiones calientes es una buena opción.
- No descuides los labios, son una de las zonas que más sufren con el frío y el viento.
- Utiliza Fotoprotección aunque sea invierno, sobre todo si vas a estar expuesto a radiaciones al aire libre, en la montaña y sobre todo con nieve.
- El pelo también se deshidrata con el frío. No olvides utilizar mascarillas, aceites y serums reparadores.
¿Cómo proteger la piel del frío?
El frío produce vasoconstricción de los capilares superficiales de la piel, como parte de nuestro mecanismo de control de la temperatura. Al “cerrarse” estos pequeños vasos sanguíneos la piel adquiere un aspecto más pálido, y puede disminuir el aporte de oxígeno y nutrientes. Para mejorar la microcirculación hay que mantener las extremidades calientes con prendas de lana y algodón. También el uso de gorros evitará la pérdida de calor corporal.
Las infusiones calientes, pueden resultar un agradable remedio contra el frío, y algunas de ellas, como en el caso del té verde y el matcha pueden ayudar a mejorar la microcirculación sanguínea.
Como ya hemos dicho, la hidratación va a ser fundamental, tanto por fuera como por dentro. Y esto último no consiste sólo en beber agua; debemos mantener una buena función barrera de nuestra piel fundamental para evitar que se deshidrate. Una buena opción para asegurar la integridad de esta barrera es el consumo de ácidos grasos omega 3.
Los ácidos grasos poliinsaturados omega 3 son unas grasas esenciales con efectos beneficiosos sobre la inflamación que pueden modificar la composición lipídica de las membranas celulares. Tanto el DHA ( ácido docosopentaenoico) como especialmente el EPA ( eicosapentaenoico) han mostrado beneficios en el mantenimiento de una adecuada barrera cutánea pero es el EPA el más interesante para la piel. Podemos obtener omega 3 con el consumo de pescados y su grasa, (en especial pescado azul de pequeño tamaño ) y de nueces y semillas.
Los mejores suplementos para la piel
- Omega 3: La suplementación es una forma de obtener omega 3 en cantidades elevadas. Aquí es muy importante elegir un buen suplemento, que sea de calidad, que nos asegure que no contiene metales pesados y que contiene OMEGA 3 que no se encuentra oxidado. La mayor parte de estos suplementos son a base de ingredientes de origen animal ( pescado ) pero también podemos encontrar opciones para veganos.
- Polifenoles: Además de las infusiones, o si eres de los que no las consume habitualmente, tienes por supuesto la opción de consumir té verde y sus polifenoles en forma de suplementos.Además el té verde contiene una gran cantidad de polifenoles. Estos polifenoles como el galato de epigalocatequina (EGCG son sus siglas en inglés) tienen demostrados efectos antioxidantes e inmunomoduladores, reparando el daño solar por lo que resulta muy interesante su consumo en esta época del año también, para recuperar la piel de las “agresiones” que se ha producido durante los meses de verano y mejorar su la calidad.
- Vitamina D: la “reina” durante todo el año y más en invierno. Aunque vivamos en un país soleado, ya sabemos que la mayoría de la población tiene niveles subóptimos, sobre todo en los meses de frío donde la superficie de exposición es menor ya que vamos más tapados y la radiación solar no es tan potente como en los meses de verano. En invierno, además de intentar consumir alimentos ricos en vitamina D y exponernos lo máximo posible al sol, es muy probable que necesitemos suplementación y lo ideal es hacerlo con vitamina D3 siempre asegurando unos niveles óptimos de magnesio.
Productos naturales recomendados para el cuidado de la piel
- Mascarillas, bálsamos y aceites reparadores para el pelo
- Cremas de manos emolientes y reparadoras
- Bálsamos labiales
Para cuidarnos por fuera siempre hace falta cuidarnos por dentro y con una alimentación y suplementación personalizada obtendremos los mejores resultados.
Este invierno tu piel te agradecerá los cuidados.