Debido a las mejoras en la calidad de vida, la seguridad social y las condiciones médicas, la esperanza de vida se ha prolongado significativamente en el último siglo. Sin embargo, a medida que la población mundial envejece, los desafíos socioeconómicos se vuelven cada vez más comunes.
El envejecimiento es un proceso biológico inevitable e irreversible que se caracteriza por una pérdida gradual y progresiva de la integridad y las funciones fisiológicas, lo que conduce a una mayor vulnerabilidad a la muerte. Es un factor de riesgo predominante para una mayor incidencia de trastornos crónicos como el cáncer, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y las neurodegenerativas.
La investigación sobre el envejecimiento ha experimentado un avance sin precedentes en los últimos años, particularmente con el descubrimiento de que la tasa de envejecimiento está controlada, al menos hasta cierto punto, por vías genéticas y procesos bioquímicos conservados en la evolución.
Estos desarrollos han hecho que se haya planteado la idea de que es posible frenar, o como mínimo retrasar, el envejecimiento. ¿Cómo? Con diferentes métodos que ataquen sus hallmarks, las 9 características que se ha visto que representan denominadores comunes del envejecimiento en diferentes organismos. Y una forma de frenar estos hallmarks es con suplementos naturales, como el Resveratrol.
Para qué sirve el Resveratrol: propiedades y beneficios
El Resveratrol es un polifenol natural presente en muchas plantas y frutos como los cacahuetes, las moras, los arándanos y, sobre todo, la uva y el vino tinto. Aunque con menor importancia en nuestra cultura, una de las fuentes más ricas de Resveratrol es la planta Polygonum cuspidatum, muy utilizada en la medicina tradicional japonesa y china.
La medicina antigua ha utilizado plantas que contienen Resveratrol desde hace más de 2.000 años. Sus propiedades in vitro han sido ampliamente estudiadas, y entre ellas cabe destacar su actividad como anticancerígeno, antiagregante plaquetario, antiinflamatorio y antialérgico. En cuanto a sus propiedades in vivo existen numerosos estudios que encuentran beneficios sobre el sistema cardiovascular, enfermedades como la diabetes y sobre la longevidad.
La actividad del Resveratrol se debe a las distintas propiedades biológicas que posee, como su capacidad de unirse a diferentes receptores (como el de estrógenos, considerándose así un fitoestrógeno), su capacidad de unirse a otras moléculas como el cobre o su capacidad antioxidante.
Aun así, aunque su absorción en el cuerpo es muy buena, su efectividad se ve muy disminuida por su baja biodisponibilidad. Por eso es importante suplementarlo, ya que de la cantidad que tomamos con la alimentación, nuestro organismo acaba reteniendo una parte ínfima. Hay muchos suplementos en el mercado que incorporan Resveratrol en su formulación, como el Proaging de Zeutics by Naturitas.
Resveratrol y longevidad
El Resveratrol tiene múltiples formas de actuar en la longevidad de los seres vivos:
Para empezar, como hemos comentado, se puede unir a los receptores de estrógenos. Esto activa la transcripción de los genes que regulan estas hormonas, muchos de ellos genes beneficiosos para la longevidad (como los antioxidantes).
También se ha demostrado que tiene efecto antitumoral, ya que es capaz de actuar en la iniciación, la promoción y la progresión de las células cancerosas impidiendo que estas puedan dividirse y propagarse por el organismo.
Otra de sus acciones es la inhibición de la agregación plaquetaria, que se puede traducir en efectos beneficiosos sobre el sistema cardiovascular ya que evita la formación de trombos. También se ha visto que es capaz de regular el acúmulo de grasa en el cuerpo, factor importante para evitar la obesidad y todos sus consecuentes.
Además, se ha visto que incrementa la actividad de Sirt1, una enzima relacionada directamente con la restricción calórica y la longevidad, a la vez que disminuye el metabolismo durante el sueño y el reposo.
Su actividad antioxidante también ha sido ampliamente demostrada, al igual que su capacidad antiinflamatoria. Todo esto hace que ejerza un buen papel neuroprotector para nuestro sistema nervioso, que permita que todas las células del cuerpo tengan más energía para funcionar correctamente y que evite que la comunicación entre células se altere, como pasa a medida que avanzan los años.
Con todas estas aportaciones, podríamos tratar al Resveratrol como un componente básico del «elixir de la vida». Sin embargo, debemos tener en cuenta que su baja biodisponibilidad parece limitar sus efectos, con lo cual un aporte extra como suplemento será necesario para alcanzar los niveles mínimos en los que se pueden empezar a notar sus beneficios.
Es un ingrediente anticancerígeno, antiinflamatorio, antialérgico, neuroprotector, promueve la osteogénesis, tiene efectos sobre la fragilidad y es altamente antioxidante, y seguro que todavía quedan muchos otros efectos beneficiosos por descubrirle.
Aun así, dejadme hacer un último apunte sobre el tema: “Lo importante no es vivir el máximo de tiempo, sino hacerlo lo mejor posible”.